LA PROVISIĆN DE DIOS...
- Liliana MƩndez Ebra
- 8 nov 2019
- 6 Min. de lectura

Basado en 1 Reyes 17:8-16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Vino luego a Ć©l palabra de JehovĆ”, diciendo: 9 LevĆ”ntate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allĆ; he aquĆ yo he dado orden allĆ a una mujer viuda que te sustente. 10 Entonces Ć©l se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquĆ una mujer viuda que estaba allĆ recogiendo leƱa; y Ć©l la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. 11 Y yendo ella para traĆ©rsela, Ć©l la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas tambiĆ©n un bocado de pan en tu mano. 12 Y ella respondió: Vive JehovĆ” tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puƱado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogĆa dos leƱos, para entrar y prepararlo para mĆ y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 13 ElĆas le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mĆ primero de ello una pequeƱa torta cocida debajo de la ceniza, y trĆ”emela; y despuĆ©s harĆ”s para ti y para tu hijo. 14 Porque JehovĆ” Dios de Israel ha dicho asĆ: La harina de la tinaja no escasearĆ”, ni el aceite de la vasija disminuirĆ”, hasta el dĆa en que JehovĆ” haga llover sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo ElĆas; y comió Ć©l, y ella, y su casa, muchos dĆas. 16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que JehovĆ” habĆa dicho por ElĆas.
En el Antiguo Testamento, Dios levantaba a profetas para que le hablaran a Su pueblo en tiempos de pecado y decadencia moral y espiritual. Esos profetas se constituĆan en voceros de Dios. Con arrojo y sin temor proclamaban la Palabra de JehovĆ” en contra de la idolatrĆa, la inmoralidad y toda clase de pecados en contra de Dios. Usualmente, su llamado al arrepentimiento era acompaƱado de advertencias acerca de darle la espalda al SeƱor y el advenimiento de terribles consecuencias de no tornarse a Ćl.
UN PROFETA PARA UN TIEMPO DE OSCURIDAD ESPIRITUAL -
Durante el reinado de Acab, el sĆ©ptimo rey de Israel, se levantó un profeta a quien le tocó predicar y llamar al arrepentimiento en uno de los momentos históricos mĆ”s terribles de Israel. Sin duda alguna, ELĆAS, es probablemente el mĆ”s desafiante de los profetas de JehovĆ” y uno de los mĆ”s prolĆficos en tĆ©rminos de hacer grandes portentos. Su nombre "Eliy-yah o Eliyahu" significa "El instrumento de Diosā o āYahvĆ© es mi Diosā.. No sabemos nada de sus antecedentes, ni de su familia. De hecho, aunque la Escritura lo llama ElĆas tisbita, o sea de Tisbe, nunca esta ciudad o región ha sido localizada satisfactoriamente.
DE ESTA FORMA EL SEĆOR NOS RECUERDA QUE PARA ĆL NO ES IMPORTANTE NUESTRO PASADO O DE DONDE VENIMOS; A EL LO QUE LE IMPORTA ES LO QUE NOSOTROS QUERAMOS HACER CON NUESTRA VIDA.
EL FRACASO DE UN REY IDĆLATRA
La historia de ElĆas estĆ” unida a la del Rey Acab (del Reino del Norte, Israel). El padre de Acab, el rey Omri, arregló el matrimonio de su hijo con Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios o fenicios. Esta alianza entre los dos pueblos trajo consecuencias polĆticas y económicas. Los sirios o fenicios dominaban las rutas comerciales hacia el oeste y este control afectaba a Israel pues privaba al rey Omri de establecer comercio directamente. PERO no solamente trajo consecuencias polĆtico/económicas sino que lamentablemente, esta alianza introdujo un āprograma religiosoā que pretendĆa impactar a un pueblo que ya habĆa experimentado problemas para mantenerse fiel al ĆNICO DIOS.
TENEMOS QUE TENER MUCHO CUIDADO CON LAS ALIANZAS QUE ESTABLECEMOS CON QUIENES SABEMOS NO AGRADAN A DIOS.
El matrimonio de Acab se hizo en total menosprecio de los mandamientos establecidos por Dios acerca de no permitir estas uniones mixtas (Josue 23:12-13). El pecado no se circunscribe a una parte de nuestras vidas. Una vez que Acab desobedeció el mandamiento de JehovĆ” acerca de su matrimonio con alguien de āesos otros pueblosā que adoraban a dioses falsos, siguió pecando en contra del SeƱor.
UNA VEZ QUE COMENZAMOS A DARLE LA ESPALDA A DIOS, CONTINUAMOS EN UNA CAĆDA DESCENDENTE CREANDO UN GRAN ABISMO ENTRE ĆL Y NOSOTROS.
DespuĆ©s de que Acab rompiera su relación con JehovĆ”, se convirtió en adorador de Baal. Construyó un templo en Samaria, la capital del Reino del Norte (1 Reyes 16:29-34) y permitió a cientos de sacerdotes de Baal y Asera ser apadrinados por su esposa Jezabel. El culto a Baal incluĆa sacrificios humanos, entre otras aberraciones.
Durante este tiempo de oscuridad espiritual es que surge la figura de ElĆas como un valiente emisario divino en contra del Ć©nfasis sobre el libertinaje y los excesos que promovĆa el culto a Baal. ElĆas se convierte en el vocero de JehovĆ” enfatizando la adoración verdadera que incluĆa el Ć©nfasis de vivir una vida santa y agradable a Dios. Por otro lado, se enfrentaba a un culto que hacĆa que el hombre fuera encadenado a sus impulsos fĆsicos y sensuales. Ante una lucha tan acĆ©rrima, el profeta opta por pedirle a JehovĆ” un gran milagro. Es entonces cuando ElĆas anuncia un gran sequĆa. Esta sequĆa resultarĆa en un reto directo a los dioses paganos, pues se creĆa que eran ellos quienes enviaban la lluvia y promovĆan la fertilidad en las cosechas.
El capĆtulo 17 de 1ra de Reyes comienza con la orden del SeƱor de que ElĆas se refugiara en una comarca donde el mismo Dios se encargarĆa de sostenerlo. Dice la Biblia que los cuervos le traĆan comida y habĆa un arroyo en donde Ć©l podĆa tomar agua. DIOS NO SE SUJETA A UNA MANERA CONVENCIONAL PARA PROVEERNOS DE LO QUE ĆL SABE NECESITAMOS. EL CREADOR DE TODOā¦ĀæNO TENDRĆ AUTORIDAD SOBRE TODA SU CREACIĆN?
EVENTUALMENTE, este arroyo tambiĆ©n se secó pues la sequĆa duró tres aƱos y medio. SIN EMBARGO, LA PROVISIĆN DE DIOS NO SE SECA, NO SE ACABA Y NO SE AFECTA POR NADA NI POR NADIE A NUESTRO ALREDEDOR.
Dios le vuelve a dar unas nuevas instrucciones y lo dirige hacia otra aldea. LO IMPORTANTE PARA DIOS ES QUE LE OBEDEZCAMOS AUNQUE NOS PAREZCA UNA LOCURA.
Y UNA LOCURA PARECIĆ SERā¦Las viudas en el Antiguo Testamento eran personas totalmente desprovistas. AĆŗn cuando La Escritura estĆ” llena de promesas para ellas e instrucciones para el pueblo en tĆ©rminos de socorrerlas, en esa sociedad el ser viuda era depender totalmente de la caridad de otros. Y a Dios se le ocurrió enviar a Su Profeta a una viudaā¦y no cualquier clase de viuda, una viuda gentil. Ella no conocĆa a Diosā¦de hecho JesĆŗs habla de ella diciendo:
Lucas 4:25-26 Nueva Traducción Viviente (NTV)
25 Ā»Sin duda habĆa muchas viudas necesitadas en Israel en el tiempo de ElĆas, cuando los cielos se cerraron por tres aƱos y medio y un hambre terrible devastó la tierra. 26 Sin embargo, ElĆas no fue enviado a ninguna de ellas. En cambio, lo enviaron a una extranjera, a una viuda de Sarepta en la tierra de Sidón.
A casa de una persona indigente es que Dios envĆa a Su Profeta a refugiarse. Ā”UFF! Una vez mĆ”s Dios prueba la FIDELIDAD y OBEDIENCIA de ElĆas y nos demuestra que ĆL ES MĆS QUE SUFICIENTE para suplir nuestras necesidades. Si hubiese elegido a una persona adinerada, siempre hubiese quedado la duda acerca de quiĆ©n habĆa suplido la necesidad del Profeta.
HAY BENDICIĆN EN LA OBEDIENCIA. La viuda hizo exactamente lo que el Profeta le pidió. Este gesto le permitió experimentar la misericordia y provisión de Dios. Ella aprendió por experiencia personal que cuando uno pone al SeƱor en el primer lugar, Ćl suple nuestras necesidades hasta que sobreabunde.
Mateo 6:31-34 Nueva Traducción Viviente (NTV)
31 Ā»AsĆ que no se preocupen por todo eso diciendo: āĀæQuĆ© comeremos?, ĀæquĆ© beberemos?, ĀæquĆ© ropa nos pondremos?ā. 32 Esas cosas dominan el pensamiento de los incrĆ©dulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. 33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demĆ”s y lleven una vida justa, y Ć©l les darĆ” todo lo que necesiten. 34 Ā»AsĆ que no se preocupen por el maƱana, porque el dĆa de maƱana traerĆ” sus propias preocupaciones. Los problemas del dĆa de hoy son suficientes por hoy.
LA PROVISIĆN DE DIOS cubrió al Profeta, a la viuda y a su casa, āEntonces ella fue e hizo como le dijo ElĆas, y comió Ć©l, y ella y su casa MUCHOS DĆASā¦Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que JehovĆ” habĆa dicho por ElĆasāā¦
REFERENCIAS
1. La Santa Biblia, Revisión Reina Valera 1960
2. La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente
3. Comentario Biblico Beacon, 1990
4. Concordancia de la Biblia Strong Concisa, 2011