EL CAMINO HACIA LA PRESENCIA DE DIOS...
- Liliana Méndez Ebra
- 9 mar 2019
- 6 Min. de lectura

Basado en Éxodo 35 - 40
Éxodo 40:34-35 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.
35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
No sería maravilloso que la Presencia de Dios en nuestra vida fuera tan real y poderosa que nada ni nadie pudiera afectar nuestra relación con Él. La canción de adoración dice...
"En Tu Presencia, En Tu Presencia hay gozo...
En tu Presencia, En Tu Presencia hay Paz...
Me quedaré y esperaré en Tu Presencia
noche y día hasta que Tu Gloria sea forjada en mí"
Es así como en Su Presencia encontramos todo lo que necesitamos para vivir plenamente. ¿PERO, cómo logramos habitar en La Presencia de Dios?
1- TENEMOS QUE ANHELAR LA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRA VIDA -
Desde el capítulo 35 al 40 de Éxodo se nos relata la historia y el proceso mediante el cual Jehová ordenó la construcción del primer tabernáculo. Hasta ese momento Moisés utilizaba su propia tienda para hablar con Jehová. Después del pecado de idolatría, Moisés tuvo que mudar su tienda fuera del campamento porque Dios no podía morar más en medio de Su pueblo. Ahora cualquiera que quisiera acercarse al Señor tendría que salir del campamento para buscarle. De hecho, para entonces Dios había decidido cumplir con Su promesa de dirigir al pueblo hacia la "tierra que fluye leche y miel" como le había jurado a Abraham, pero en lugar de ser Él quien fuera con ellos, les enviaría un ángel. Ellos recibirían su promesa, pero el Dador de la Promesa no iría con ellos. ME PREGUNTO CUÁNTOS DE NOSOTROS PRETENDEMOS RECIBIR BENDICIONES SIN QUE NOS IMPORTE QUE EL QUE LAS HA PROMETIDO Y LAS DA NO FORME PARTE DE NUESTRA VIDA. Pues bien, ni Moisés ni el pueblo estuvieron conformes con esta decisión..."15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí (Ex. 33:15)".
2- SI PECAMOS, TENEMOS QUE SER RESTAURADOS PARA QUE LA PRESENCIA DE DIOS VUELVA A REINAR EN NOSOTROS -
En el capítulo 32 de Éxodo, vemos la caída de un pueblo que no había aprendido a depender de Su Dios. Un pueblo cuya mirada descansaba en su líder y cuya ausencia hace que se manifieste lo que había sus corazones. El pecado de idolatría pone de manifiesto lo frágil que puede ser nuestra relación con Dios. Nosotros no nos tornamos a un becerro de oro, pero nos tornamos a cualquiera que nos prometa bendiciones, fácil salida, y cualquiera cosa que nos haga sentir bien. El pueblo había pecado y volver a Dios no iba a ser tan fácil. En nuestros tiempos la iglesia ha perdido el sentido de temor y respeto por la santa Presencia de Dios. Nuestros pecados ofenden a un Dios que es Santo, Santo, Santo. Y nosotros creemos que con un tibio lo siento, todo el dolor y falta de reverencia se borra como "por arte de magia". El único detergente que limpia el pecado es la sangre de Cristo...pero ésta sólo tiene efecto sobre un corazón humillado y arrepentido. Cuando desobedecemos a Dios, El Espíritu Santo se entristece y la Presencia de Dios se va de en medio de Su pueblo. Tenemos que entender que Dios jamás condonará el pecado y que una restauración rápida y superficial jamás será posible. La verdadera restauración se logra sólo mediante el doloroso proceso de arrepentimiento. Siempre habrá regreso al corazón de Dios y completa restauración para el que se arrepiente y pide perdón. Sin ésto es imposible aspirar a vivir en La Presencia de Dios.
Inmediatamente que el pueblo se arrepintió, Jehová quiso renovar pacto con ellos -
Éxodo 34:8-10 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró. 9 Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad. 10 Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
3- LA ABSOLUTA OBEDIENCIA A DIOS ES LA LLAVE PARA EXPERIMENTAR SU PRESENCIA -
Desde el capítulo 25 en adelante, se nos provee una viva descripción del santuario en donde El Señor había prometido habitar.
Éxodo 25:8-9 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. 9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.
De ahí en adelante nos impresiona cómo Dios a través de Moisés les da al pueblo las medidas exactas, los materiales y una gráfica descripción del tabernáculo, los muebles, y hasta el vestuario de los sacerdotes. Es maravilloso que este proceso incluyera los nombres específicos de los principales artesanos, a quienes nos dicen Las Escrituras, Dios los había llenado de "Su Espíritu en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte" (Ex. 31:3).
Me parece que tres cosas resaltan en estos versículos:
Primero, cuando El Señor nos da una encomienda, Él espera que le obedezcamos y lo hagamos en Su tiempo y a Su manera. No nos pongamos creativos cuando ya hemos recibido Su dirección. El obedecer es mejor que los sacrificios, dice Jehová. De hecho, encontramos la frase "como Jehová había mandado a Moisés", alrededor de 17 veces en el libro de Éxodo refiriéndose a todos los detalles del tabernáculo. Es decir que Dios, como gran arquitecto y artista, claramente ideó todo lo relacionado a la construcción de lo que sería Su habitación. Cada detalle fue ordenado con especificaciones exactas:
Éxodo 25:40 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
O SEA, QUE NO ES COMO NOSOTROS CREEMOS QUE DEBE SER, SINO COMO ÉL QUIERE QUE SEA.
Lo segundo que me parece aprendemos es que para que El Señor pudiera llenar Su Casa con Su Presencia, el pueblo tuvo que aceptar el llamado de Dios. El pueblo se desprendió de sus prendas, finas telas y se embarcaron en el trabajo de construir, hilar y coser. Por otro lado, Dios escogió de entre ellos a unos que colocó delante de la obra...Bezaleel y Aholiab (Ex. 31). Es el Señor quien hace los llamados. Es Él quien nos capacita y prepara el ambiente en donde somos llamados a servir. El Señor jamás nos dejará solos. No sólo contamos con Su Presencia, sino que juntamente contigo levantará a aquellos que sostendrán tus brazos cuando te canses, y te complementarán para lograr la excelencia en el servicio. A tí te toca tener una comunicación abierta con Dios para que puedas escuchar Su llamado. No el llamado de tu corazón, tu mente, tus intereses, tus anhelos, tus necesidades...No el llamado de quienes te rodean, sus anhelos, sus intereses...EL LLAMADO TIENE QUE VENIR DE DIOS. Y ese llamado requiere un respuesta inmediata. No podemos posponerlo para cuando creamos es el momento adecuado; nuestro momento adecuado.
Lo tercero que me parece maravillosos es como Dios tiene cuidado de los detalles, de aquellas cosas que para los demás parecen insignificantes. La próxima vez que vayas delante del Señor para pedirle Su intervención en algo que todos consideran es una tontería, recuerda que Nuestro Dios es un Dios de detalles. Todo lo que para tí es importante, para Él lo es también.
4- PRIMERO DIOS...SEGUNDO DIOS Y TERCERO DIOS -
Éxodo 35:4-5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado: 5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce,
El llamado de Dios para trabajar en Su viña es sólo para Su pueblo. La Biblia menciona que esta orden era para "la congregación. No te equivoques, no es suficiente conocer a Dios de oídas. Es triste ver nuestros altares llenos de personas que dicen conocer a Dios, pero cuyos testimonios muestran que nunca han hecho pacto con Él. El servicio a Jehová nada significa sino comienza con una relación profunda con Él. Le servimos por agradecimiento y amor, no por que lo podamos persuadir de lo maravillosos que creemos ser porque trabajamos en Su viña. Lo próximo que se nos dice es que cualquier ofrenda, talento, tiempo que se trae a Jehová tiene que venir de nuestro corazón y nuestra voluntad. Si queremos que La Presencia de Dios haga casa en nuestra vida, tenemos que estar dispuestos a despojarnos de lo que consideremos más importante. ¡Es Dios, quien lo llena todo...!
Finalmente, el camino hacia la Presencia del Señor siempre está en construcción. Todos los días nos enfrentamos a situaciones que impactan nuestro ánimo, nuestra comunión y nuestra paz. Él nunca nos prometió que no habrían piedras en el camino, nos prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo. Por tanto, no desmayemos sabiendo que Su Presencia irá con nosotros mientras vivamos la vida en total entrega a Él.
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